23.9.09

En la esquina de mi casa hay dos ángeles bésandose.

No es una escena extraña por aquí; comúnmente se encuentra uno saliendo de su casa y se topa de frente con parejas de seres alados metiéndose mano, con la toga a medio caer y la divinidad mancillada.

En el parque es frecuente encontrarse con flechas atoradas en la corteza de los árboles y a su lado imágenes de santos ; y cuando uno se acerca a tratar de comprender qué ha ocurrido, algún querubín risueño salta con algarabía de entre los arbustos.

Pandemónium mi cuadra, la orgía habitual deriva de la escasez de recepción celestial desde que en la iglesia, un poste, encargado de recibir señales etéreas, se cayó mientras colocaban las sábanas moradas un viernes Santo; y desde entonces no se ha reparado debido a una aparente huelga en la compañía encargada de recibir las oraciones de los devotos.

Ya han habido quejas por parte de los vecinos. Rezaron primero frente a la cruz de su comedor, luego se hincaron al lado de sus camas;y al ver que la plegaria individual no funcionaba se dirigieron con el cura, el cual les explicó sobre la huelga que hacía inservible cuanta oración se orara y decidieron soltar palomas blancas con rezos atados en sus patas, sin saber que los querubínes flecharían a sus mensajeras.

Querellas sin sentido, opino yo. Que sean felices, que disfruten el desliz. Que se manoseen, que practiquen tiro al blanco con el santo niño de atocha. Al fin y al cabo: "el que de vosotros este libre de pecado, sea el primero en arrojar la piedra"

2 comentarios:

tonymoca dijo...

También los ángeles tienen derecho.Excelente post y muy buen blog.

Saludos...

Francisco Romo dijo...

Chido, chido!