Harta ya de los “caballeros” que la pretendían ( y “pretendían”) cortejarla ( imberbes palurdos) tomó un gis y en una puerta dibujó al que sería el amor de su vida.
Desde entonces en su mesa no faltaron flores de borradores ni en su refri tizas de sabores; cada viernes iban a admirar el graffitti y cuando tenían ganas de algo triste leían los letreros de Se busca.
Todo acabó una noche de verano. Había llovido la noche anterior y ella olvidó cubrirlo de celofán; Se acabaron las tizas, los borradores y los letreros de se busca.
4 comentarios:
aleeee, neta felicidades por tu blog, está excelentee!!
estoy terminando d leer todas las entradas!!
tienes talento para escribiiir =)
procurare visitarlo frecuentemente!!!
saludooos!
Muchas gracias ( las q nos adornan a los dos =) ) y pues bienvenido a los garabatos que de la servilleta transcribo aquí !
oh!
Muy bonito....... me gustó en verdad... jeje--- me hizo sonreir.
Publicar un comentario